Todas las corrientes laboralistas te dicen que los derechos laborales son irrenunciables, sin ir contra esta máxima me gustaría resaltar la noción de responsabilidad, guiada por el libre albedrío que tenemos al tomar decisiones.
Es especialmente cuestionado por propios y ajenos cuando trabajamos en el ejercicio de una licencia o una certificación médica, ambas circunstancias tienen actos ordinarios o extraordinarios que dan origen a estos eventos.
Pero qué pasa cuando en el ejercicio de una pausa laboral tomamos decisiones laborales, consientes de nuestra pausa, sopesando el valor intrínseco de la decisión a tomar. La justificación no es de orden normativo, sino lógico racional, donde opera la responsabilidad.
La ética de la responsabilidad es una corriente ética, que enfatiza la importancia de tomar decisiones éticas basadas en las consecuencias previsibles de nuestras acciones y en la consideración de las repercusiones que estas puedan tener en otros.
Por tanto, es lógico que bajo la premisa en la que opera la ética de la responsabilidad, el supuesto normativo que restringe la acción laboral en eventos de pausa, se vea superada por una opción libre del individuo.
Si las decisiones tienen efectos, es un debate para la arena legal. Y si la posición del tomador de decisiones es técnica o política es una mera circunstancia, que condiciona la revisión de la decisión, sí, pero como decía Couture “el día que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia”.